Lo que sucede en una pareja es siempre cosa de dos, siempre. Encontrar a alguien con quien querer compartir tu vida no es siempre un camino fácil y debe hacerse bajo una perspectiva inteligente de tus necesidades reales.
Excluiré en este post las parejas que se forman exclusivamente para disfrutar conjuntamente del sexo. Me voy a centrar en las parejas que se buscan con otra perspectiva, de vida conjunta, ya que en un alto porcentaje acabamos buscando esta última, antes o después.
La edad que tenemos a la hora de empezar una relación va a marcar directa e indirectamente nuestra trayectoria, nos dará confianza o nos creará miedos. Otro factor importante es la educación recibida, que en muchos casos va a ser distinta entre hombres y mujeres.
Empezar una relación de pareja cuando aún no sabemos quién somos o que queremos hacer en nuestra vida es un hándicap que hay que solventar. Independientemente de la edad que tengamos, tenemos que ser capaces de discernir entre lo que nosotros queremos y lo que los demás esperan de nosotros. Cuando una persona no forma su carácter y se deja llevar por los demás llega un momento en su vida en el que no sabe cómo, pero está rodeadx de situaciones que no le gustan y le son incómodas. Ser consciente de que no se es feliz en pareja y que además tu relación de pareja no te lleva a ningún puerto es doloroso, pero no debes huir de ello. Si estás en este punto es el momento de ser valiente, afrontarlo y mirar al futuro con ilusión, la misma que has perdido y que te está esperando a la vuelta de la esquina.
¡Cuánto daño ha hecho el amor romántico de las princesas Disney!
El amor romántico tiene fecha de caducidad, al igual que la energía, éste no se destruye sino que se transforma. Para que esta transformación se dé es necesario trabajar en ello. Confianza, respeto, cariño primero contigo mismx y después con los demás. Para crear una relación sana es necesario saber quién eres, qué quieres y dónde vas. Tienes que ser tú mismx con tus defectos y virtudes y la persona que te acompañe en tu camino, tu pareja, tiene que ser alguien que también te respete, te quiera y te apoye para además conseguir que tú seas la mejor versión de ti mismx.
Cuando el amor romántico muere, a veces la pareja termina. ¿Sabías que la media del amor romántico esta en los dos años de relación? Suele ser entonces cuando se tiene la primera crisis real. Es el momento de crecer como pareja, ser comunicativos, introducir cambios para que ambos seáis las mejores versiones de vosotrxs mismxs.
La vida es una constante evolución, o debería serlo. Nuestro desarrollo personal en ocasiones puede crear conflictos con nuestra pareja y es entonces cuanto tenemos que ser honestos con nosotros mismxs y también con nuestra pareja. ¿Es el momento de abandonar o es posible seguir adelante?
Cuando la pareja ya ha superado varias crisis, el amor romántico se ha transformado y existe un amor más maduro es más “fácil” apostar por la pareja e intentar solventar las diferencias para seguir adelante. En este punto hay que conocer y reconocer los cambios primero en unx mismx y luego en el otro, hay que desarrollar la empatía, entender que la pareja ha cambiado y valorar si esos cambios del otrx son compatibles con la persona que soy, la que quiero ser y con la que quiero estar.
Todo esto no es fácil, todo esto es doloroso y para todo esto las parejas pueden pedir ayuda.
Las principales crisis de pareja son cíclicas y se producen cada 2/3 años (aproximadamente).
Miriam Gómez