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Qué es la Vulvodinia

La vulvodinia es una afección dolorosa crónica que afecta a la zona genital externa de una persona. Los síntomas pueden incluir dolor, ardor, comezón y sensación de pinchazo. La vulvodinia es un problema común que afecta a mujeres de todas las edades, aunque también puede afectar a los hombres.

La vulvodinia: síntomas, diagnóstico y tratamiento.

Síntomas de la vulvodinia

Los síntomas de la vulvodinia pueden variar en gravedad y duración. Algunas personas pueden experimentar dolor constante o intermitente, mientras que otras pueden experimentar síntomas solo durante o después de las relaciones sexuales.

Los síntomas de la vulvodinia pueden incluir:

  • Dolor o ardor en la zona genital externa.
  • Sensación de pinchazo o escozor.
  • Comezón o irritación.
  • Sensación de dolor al presionar la zona genital.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de la vulvodinia pueden ser similares a los de otras afecciones, como infecciones o trastornos de la piel. Por lo tanto, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso.

Diagnóstico de la vulvodinia

El diagnóstico de la vulvodinia puede ser difícil ya que no hay pruebas específicas para detectar la afección. Además, los síntomas pueden variar de una persona a otra. Es posible que se necesiten varios exámenes y pruebas para descartar otras afecciones médicas que pueden estar causando los síntomas.

Durante la consulta médica, el/la profesional de la salud puede realizar un examen físico para evaluar la zona genital. También puede preguntar sobre los síntomas, la duración y la gravedad del dolor. Es importante informar de cualquier medicamento que esté tomando actualmente y cualquier otra afección médica que tenga.

En algunos casos, el/la profesional de la salud puede realizar una biopsia o un cultivo para descartar otras condiciones. En otros casos, puede ser necesario realizar pruebas de alergia para descartar una reacción alérgica a ciertos productos o sustancias.

Tratamiento de la vulvodinia

El tratamiento de la vulvodinia puede incluir cambios en el estilo de vida, terapia física y terapia sexual. El objetivo del tratamiento es reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.

Cambios en el estilo de vida: Algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir los síntomas de la vulvodinia. Estos pueden incluir:

  • Usar ropa interior de algodón y evitar la ropa ajustada o sintética.
  • Evitar productos perfumados o irritantes, como jabones y productos de higiene femenina.
  • Evitar alimentos picantes o ácidos que puedan irritar la zona genital.
  • Evitar fumar y reducir el consumo de alcohol.

Terapia física: La terapia física puede ser efectiva para aliviar la tensión en los músculos de la pelvis y mejorar la circulación sanguínea en la zona genital. Algunas opciones de terapia física incluyen:

    Terapia manual: La terapia manual se centra en liberar la tensión muscular en la zona pélvica y mejorar la circulación sanguínea. Esto puede ayudar a reducir los síntomas de la vulvodinia. Un terapeuta capacitado puede usar técnicas de masaje y estiramiento para liberar la tensión en los músculos pélvicos.

    Biofeedback: El biofeedback es una técnica que utiliza dispositivos especiales para medir la actividad muscular en la zona pélvica. Un terapeuta puede usar esta información para enseñar a la persona cómo controlar y relajar los músculos pélvicos.

    Ejercicios de Kegel: Los ejercicios de Kegel son ejercicios diseñados para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Esto puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea en la zona genital y reducir los síntomas de la vulvodinia.

    Terapia sexual: La terapia sexual puede ayudar a las personas con vulvodinia a superar la ansiedad y el miedo asociados con el dolor durante las relaciones sexuales. Algunas opciones de terapia sexual incluyen:

      Educación sexual: La educación sexual puede ayudar a la persona a comprender mejor su cuerpo y las respuestas sexuales normales. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad asociada con la actividad sexual.

      Terapia de pareja: La terapia de pareja puede ayudar a la persona a comunicarse mejor con su pareja y a encontrar maneras de tener una vida sexual satisfactoria sin dolor.

      Mindset: Trabajar la mentalidad y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos asociados con la vulvodinia. Un terapeuta capacitado puede trabajar con la persona para identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos que pueden estar contribuyendo al dolor.

      En conclusión, la vulvodinia es una afección dolorosa crónica que afecta a la zona genital externa de una persona.

      Los síntomas pueden variar en gravedad y duración, pero hay opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.

      Es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y trabajar con un equipo de profesionales para encontrar un plan de tratamiento adecuado.

      Con el tratamiento adecuado, las personas con vulvodinia pueden vivir una vida sexual satisfactoria y sin dolor.

      ¿Qué hago si tengo vulvodinia?

      Si sufres vulvodinia o conoces a alguien que puede tenerla es importante que busques o brindes todo el apoyo posible y buscar ayuda profesional.

      Puede ser difícil para una persona con vulvodinia dar el primer paso, pero al hacerlo, puede obtener muchos beneficios. Alentaría a esa persona a buscar ayuda por las siguientes razones:

      1. Reducción del dolor: El tratamiento o terapia adecuada puede ayudar a reducir el dolor y la incomodidad asociados con la vulvodinia. Esto puede mejorar significativamente la calidad de vida de la persona afectada y permitir que disfrute de actividades cotidianas y sexuales sin dolor.
      2. Mejora de la vida sexual: La vulvodinia puede afectar negativamente la vida sexual de una persona. Sin embargo, la terapia sexual y otros tratamientos pueden ayudar a superar la ansiedad y el miedo asociados con el dolor durante las relaciones sexuales. Esto puede permitir que la persona disfrute de una vida sexual plena y satisfactoria.
      3. Mejora de la salud emocional: La vulvodinia puede tener un impacto emocional significativo en una persona. Puede causar ansiedad, depresión y baja autoestima. El tratamiento adecuado puede ayudar a abordar estos problemas emocionales y mejorar la salud mental y emocional de la persona afectada.
      4. Mejora de la calidad de vida: La vulvodinia puede tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona. Puede afectar su capacidad para trabajar, socializar y participar en actividades cotidianas. El tratamiento adecuado puede ayudar a mejorar la calidad de vida de la persona afectada al permitir que participe en estas actividades sin dolor.
      5. Prevención de complicaciones: Si se deja sin tratar, la vulvodinia puede provocar complicaciones como infecciones recurrentes de las vías urinarias y problemas de la piel. El tratamiento adecuado puede ayudar a prevenir estas complicaciones y proteger la salud de la persona afectada.

      No estás sola.

      Desde sexología femenina te animo a dar el primer paso y visitar a tu profesional médico de confianza. Y una vez des este paso te puedo acompañar con la terapia sexual que te ayudara a vivir tu sexualidad sin dolor, mejorar tu relación de pareja y tener una buena gestión de tus emociones.

      La lectura de este post y el conocimiento que acabas de adquirir no sirve de nada si no pasas a la acción. Tienes que dar el primer paso y buscar los/las profesionales que te ayuden a andar el camino para mejorar tu calidad de vida y tu bienestar emocional y físico.

      Los beneficios de mi tratamiento para la vulvodinia a través de la terapia sexual:

      1. Deja de sufrir en silencio: puedo ayudarte a reducir el dolor y la incomodidad asociados con la vulvodinia, permitiéndote disfrutar de la vida sin dolor.
      2. Recupera tu vida sexual: no solo puede ayudarte a aliviar el dolor durante las relaciones sexuales, sino que también puede ayudarte a superar la ansiedad y el miedo asociados, permitiéndote disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria.
      3. Aprende a disfrutar de tu sexualidad de nuevo: Mi terapia sexual te brinda las herramientas para superar la ansiedad, el miedo y la vergüenza que puedas sentir durante las relaciones sexuales, permitiéndote experimentar placer y satisfacción nuevamente.
      4. Mejora tu relación de pareja: La vulvodinia puede afectar la relación de pareja, pero mi terapia sexual puede ayudar a restablecer la conexión y mejorar la intimidad en la relación, fortaleciendo la relación de pareja en general.
      5. Supera los desafíos emocionales: La vulvodinia puede afectar negativamente tu autoestima y confianza, pero la terapia sexual puede ayudarte a abordar estos desafíos emocionales, mejorando tu bienestar mental y emocional.
      6. Vuelve a disfrutar de la vida: La vulvodinia puede afectar tu capacidad para trabajar, socializar y participar en actividades cotidianas, pero mi tratamiento puede ayudarte a recuperar tu calidad de vida y permitirte participar en estas actividades sin dolor.
      7. Obtén resultados duraderos: Nuestra terapia sexual no solo alivia el dolor a corto plazo, sino que también te brinda las herramientas y estrategias para mantener una vida sexual saludable y satisfactoria a largo plazo.

      Si quieres más información escríbeme a info@sexologiafemenina.com y valoro contigo de las opciones que tengo disponible de terapia sexual la que más se ajusta a tus necesidades. Da el primer paso una vida nueva te espera.

      Vaginismo y dispareunia

      La guía completa para superar el dolor en tus relaciones íntimas.

      Slow Sex – Relato erótico

      Otro día más tachado en el calendario. Ya es jueves y veo más cerca el ansiado descanso del fin de semana. Caigo en el sofá de casa rendida, estoy tan cansada que no me apetece ni preparar la cena. Cojo el móvil y leo un artículo que dejé pendiente este medio día: Las fantasías: el gran recurso para aumentar el deseo. Me sumerjo en la lectura del post y me dejo llevar…


      “Estoy en un lugar desconocido para mí y aparece el hombre que despierta a mi Diosa de la forma más salvaje que he sentido jamás. Me quedo mirándole de una forma descarada, como solo hago en mis fantasías, él se da cuenta y me sonríe. Con una expresión tan seductora que se para el mundo y siento latir mi sexo.

      Me invita a dar un paseo y acepto. Después de unos minutos caminando llegamos a un oasis. Hace mucho calor. No puedo dejar de pensar en montármelo con él en este maravilloso lugar.

      Me observa mientras me quito la ropa provocándole con mis movimientos. Justo después, salgo corriendo entre risas y algo de vergüenza y me lanzo a la laguna. Sin pensarlo dos veces él se quita la ropa y viene detrás de mi. El agua tiene una temperatura ideal y aplaca el ardor de nuestros cuerpos.

      Entre risas y salpicones le invito a tomar una copa de vino. Me mira con cara de sorpresa, asiente y me sigue a la orilla.

      De la mochila, saco un mantel, una botella de vino y unas picotas. No tengo vasos. Tras dar un trago largo, el elixir me chorrea por la comisura de la boca y baja por mi cuello hasta mis pechos. Me acerco a él y le sirvo un sorbo directo a su boca.

      Él traga y acto seguido nos fundimos en un beso apasionado. Continúa lamiendo lo que se ha derramado de mis labios, no se corta y baja hasta encontrar mis pezones duros, erguidos, desafiantes, dispuestos a ser chupados y mordisqueados. A estas alturas me retuerzo de un placer intenso.

      Con su pelo mojado me regala la pose más erótica que mis pupilas jamás han visto. Me arrodillo, con los muslos juntos y apretados, con mi mano izquierda masajeo mis pechos y la mano derecha busca un plus de placer tocando mi vulva.

      La erección de su pene es reflejo de lo que siente. No puedo evitar verlo como mi numen del sexo, el que eleva mis pasiones.

      Esta experiencia quiero vivirla al máximo. Quiero ser consciente de cada segundo que toco su cuerpo, sus dos metros cuadrados de piel. En mi retina quiero guardar su imagen y en mi alma todo lo que me hace sentir.

      Se coloca detrás de mí. Sus manos rodean mi cuerpo. Sus dientes alcanzan mi cuello, me muerde, me huele, me besa lentamente. Se pega a mi cintura y aprieta su pene erecto con fuerza contra mí. Siento un escalofrío de placer recorriendo todo mi cuerpo y suelto un gemido. —¡Quiero más! le digo mientras no puedo dejar de moverme. Pero él no quiere consumir de una forma rápida y burda mi deseo. Quiere disfrutar a fuego lento y eso es justo lo que más me gusta.

      Estoy extasiada y él se guarda un as en la manga. Se ha dado cuenta del poder que tienen sus ojos, su mirada, sobre todo mi ser. Me tumbo boca arriba y se posa suavemente sobre mí, dejándome poco margen de movimiento. Mis caderas se mueven autómatas buscando su erección, nuestras bocas buscan calmar la sed, nuestras caras están a escasos centímetros y nuestros ojos reflejan y comparten lujuria. Nuestros cuerpos alineados esperan ansiosos el momento de fundirse en uno.

      Yo le susurro al oído: —penétrame ya o voy a enloquecer. Él sonríe y empieza a besarme. Abre su boca buscando mi lengua. Mientras jugamos suavemente con la
      saliva, giro mi cadera y me penetra con su pene que está muy duro. Lo acojo con gran gusto, mi vagina lleva demasiado esperándolo. Impaciente, me muevo para que el pene entre hasta el fondo, atrapándolo y tomando el control. Al mismo tiempo, gemimos de alivio y de placer.

      De reojo, veo cómo presta atención a cada uno de mis gestos, puede que él también quiera guardarlos para recordarme cuando me eche de menos.

      Sentir su erección dentro despierta en mí nuevas sensaciones y mi excitación ahora está llegando al máximo. Quiero que mordisquee mis pezones suavemente. Después del primer mordisco siento como el pene, que sigue dentro de mi vagina, potencia la erección, lo noto más fuerte, más duro. Yo sigo lamiendo y mordisqueando su cuello y empiezo a mover suavemente las caderas. Ya no puedo más, quiero correrme. Le miro a los ojos y le susurro con voz sensual —quiero que me folles como si fuéramos a morir mañana.

      Él, sin dejar de mirarme y viendo mi desesperación, empieza a lamerme el cuello por todos los lados, mientras me dice al oído lo mucho que le gustaba estar dentro de mí.

      Al mismo tiempo empiezo a mover las caderas lentamente. Cierro los ojos, mi cuerpo está a punto de estallar de placer y decido centrarme solo en eso. Un gemido tras otro se escapa con cada embestida a golpe de cadera. Solo puedo pedir más y él, con cada movimiento, acelera un poco el ritmo. —Más, quiero más. Mi cuerpo se rinde al placer, las contracciones de mi vagina marcan el inicio de un gemido largo y profundo que viene acompañado del éxtasis máximo del encuentro. Él hace lo mismo y se funde conmigo en un aullido de placer.”


      Parece que el artículo está en lo cierto y al final este sábado tendrá un final feliz.

      La primera vez

      Relato erótico: La primera vez.

      Estoy algo nerviosa. Hoy es la primera vez. No en mi vida, pero sí con él.

      Cada primera vez es excitante y única, o debería, aunque tengo algunos recuerdos que no son así. Hoy es la primera vez con alguien muy especial para mí y además yo soy una persona muy diferente a la de las otras primeras veces, y esto hace que esté nerviosa y a la vez cachonda.

      Necesito algo más de tiempo para mí y mando un mensaje que dice: compra condones. Suelto el móvil y me acerco a la cama donde tengo dos modelitos de ropa interior. No son cualquiera, son los dos que me hacen sentir más sexy y atractiva.

      Hoy quiero toda la seguridad conmigo. Hoy mi Diosa va a por todas. Finalmente elijo el body de tul y encaje negro que me hace una figura espectacular.

      Me lo pongo y me quedo mirándome al espejo. Me ha costado mucho tiempo y trabajo, pero me gusta mucho lo que veo. Tuve la suerte de aprender que nos contamos lo que queremos y yo quiero ser libre con mi sexualidad y disfrutar de mi cuerpo y eso es lo que me cuento ahora. Mis curvas en el espejo son una bendición que me recuerdan que ese es mi cuerpo y que es maravilloso tal cual es.

      Me siento muy sexy y tengo que confesar que me encanta sentir la sensación de que alguna mirada indiscreta me pueda estar viendo. Así que voy hacia la ventana y abro la cortina. Justo enfrente hay un edificio de oficinas, quién sabe si hoy intercambiaré juego sexual con un extraño que nunca conoceré. Si es así espero que se lo pase, al menos, la mitad de bien que pienso pasármelo yo.

      Ha llegado el momento de preparar el jacuzzi. Abro el agua e introduzco una bomba de baño que había comprado en Lush para que se vaya deshaciendo. Rápidamente el olor inunda la instancia. Es olor a jazmín que me transporta a un estado emocional feliz.

      Mientras ajusto la temperatura del agua giro la cabeza y veo mi reflejo en un gran espejo de pie. Puedo sentirme erótica a través de mi imagen. Soy yo. Me veo. Mis lunares, mis estrías, mi celulitis están ahí pero también veo el movimiento de mi sexualidad, de mi pasión, de lo más profundo que hay en mí. Esta imagen me pone muy cachonda.

      No sé si quiero esperarle. Creo que no quiero esperar. Decido que no voy a esperar.

      Me dirijo a una mesita de bar que tenemos en la habitación. Pongo dos copas y abro una botella de mi vino favorito un château Greysac del 2015. Sirvo un poco de vino en una de ellas y le doy un sorbo. Este sabor me embriaga y me gusta tanto que dejo salir un gemido de placer mientras cierro los ojos para concentrarme en lo que me hace sentir su sabor.

      Después de mi pequeño éxtasis vuelvo a mí y doy un repaso a la habitación. Pienso en qué me falta… y veo un tocadiscos vintage. ¡Bingo! Necesito un poco de música. Veo un vinilo de jazz y lo pongo. No conozco a su autor, pero eso no impide que mi cuerpo empiece a danzar.

      Me dejo llevar con movimientos lentos y sensuales por la habitación. Me siento plena. Cojo nuevamente la copa de vino, la huelo y doy otro pequeño sorbo como si lo quisiera hacer eterno. Me muevo por la habitación bailando y mi excitación aumenta. Me pongo frente al espejo y ahora bailo para mí. Sensual, seductora y disfrutando de cada momento. Atrás quedaron los días de inseguridad y llantos incontrolados.

      Suena el móvil y me saca de mi burbuja erótica.
      Leo: —me paso por un poco de sushi.

      Envío un emoticono de carita sonriente con lengua para saborear.

      Inmediatamente solo puedo pensar que tengo 20 minutos más para mí. Una sonrisa se dibuja en mi cara. Quiero ser traviesa.

      Reviso el jacuzzi y está perfecto. Por suerte estamos en verano y había previsto que esto podía pasar. Aguantará bien hasta que él llegue.

      Sigo moviéndome por la habitación bailando y seduciéndome. Y sin saber muy bien cómo, llegue hasta ahí. Estaba frente al espejo, sentada en el sillón con el body desabrochado, recostada con una pierna apoyada en el suelo y la otra encima del brazo del sillón dejando mi sexo accesible.

      Estaba tocando y mirando mi vulva. No puedo dejar de mirarme. Siento que quiero más. Mi cuerpo quiere más. Me levanto y cojo una botellita de aceite de almendras que siempre me acompaña. Pongo un poco en una mano. Froto fuerte con la otra y tanto mis manos como el aceite cogen una temperatura idónea.

      Estoy lista para seguir. Con una mano abro mi vulva y con la otra empiezo lentamente a tocar. Me encanta las sensaciones que me hago sentir.

      Es mi cuerpo, soy yo, soy sexual. Mi placer depende de mí ¡Qué gran verdad!

      Sigo tocando mi vulva. Pongo los dedos índice y corazón de mi mano derecha en forma de uve y empiezo a masajear mi clítoris a través de los labios con suaves movimientos de garra. El placer aumenta y mi cuerpo me pide más. Me miro furtivamente al espejo y veo el placer en mi cara eso me excita aún más. Quiero más.

      Mi vagina me habla y está impaciente. Pero le tocará esperar un poco aún. La siento, siento como se contrae y quiere ser penetrada. Pero la ignoro y sigo con el masaje en la vulva. Mi excitación sube tanto, tengo tantas ganas de ser penetrada que me levanto autómata y voy por un dildo pequeño que también me acompaña siempre.

      Lo lubrico y lo introduzco lentamente por el ano. ¡oh my god! Oleadas de placer inundan mi cuerpo. Con una mano mantengo el dildo dentro de mi culo y con la otra sigo frotando mi vulva cada vez con más presión y mejor ritmo. Todo el mundo debería probar esto.

      Él está a punto de llegar y eso me pone más aún. Estoy a punto.

      Busco un extra de excitación y recuerdo que corrí las cortinas. Entonces imagino que alguien al otro lado me está mirando y se está masturbando. Ha visto mi erotismo y no ha podido hacer otra cosa que compartir conmigo el suyo. Me imagino que está con su polla en la mano, mirándome fijamente y con la respiración entrecortada. Esta conteniendo sus gemidos que se escapan inevitablemente. Espera mi orgasmo para correrse.

      Esa imagen, permitirme desear que me deseen hace que llegue a mi máxima excitación. Mi vagina empieza a contraerse y llegan los espasmos anales y vaginales que me sumergen en un intenso orgasmo que puedo sentir en todo mi cuerpo como una onda expansiva de placer. ¡Wao! Ha sido increíble.

      Y solo puedo pensar en que quiero más. La respiración vuelve poco a poco a la calma. Dejo que el dildo salga solo a su ritmo y me dispongo a dejar todo listo para cuando llegue él.

      Con lo que no contaba es que él hacía más de cinco minutos que había llegado. Las nuevas habitaciones de hotel son demasiado silenciosas —pensé, y yo estaba tan concentrada en mí placer…

      Al final resulta que si tenía un voyeur en primera línea jajaja. Él estaba en la cama con la copa de vino en la mano. Una sonrisa de oreja a oreja y la polla muy dura en la otra. Esperando que fuera su turno. Pero ya no tendría que esperar mucho más. Me acerqué y le di un beso pasional y le dije: —Estoy lista.

      Miriam Gómez

      Aprende a vivir una sexualidad sana y sin prejuicios

      sexualidad sana by sexologñia femenina

      Uno de los temas más difíciles de abordar tanto para mujeres como para hombres, incluso en pleno siglo XXI, es la sexualidad. No obstante, paradójicamente, si no existiese esta, nadie de los aquí presentes habría existido.

      A pesar de todo esto, desde hace varios siglos, la sociedad ha señalado al sexo como algo tabú y que no debía ser tema de conversación. Ahora bien, ¿qué sucede cuando los prejuicios impiden que se pueda disfrutar de una sexualidad sana? Hoy lo vamos a desvelar en este artículo.

      El papel de la autoestima en la sexualidad

      Los cánones de belleza impuestos por la sociedad han hecho que muchas mujeres y hombres crezcan con cierta aprensión sobre sus cuerpos. Esto ha llevado a degradar su autoestima, sobre todo a la hora de establecer algún tipo de relación de pareja.

      Los avances tecnológicos y las libertades que ha ido ganando la sociedad en los últimos años, han permitido que muchos se atrevan a adentrarse e indagar acerca de la sexualidad. Hoy, empieza a verse como una placentera y sana actividad humana que va mucho más allá de la simple reproducción.

      Actualmente, es sencillo obtener información de diferentes fuentes, principalmente de páginas web. Existen algunas dedicadas a la difusión de temas relativos a la salud sexual y otras incluso más directamente orientadas al placer en sí mismo. Por ejemplo, Pinkcabaret, ofrece elementos ideales para compartir en la intimidad.

      Sin embargo, aún existen muchos prejuicios que debilitan el amor propio de las personas. Y es que la imagen corporal que puede percibir cada uno afecta de manera directa su autoestima y su relación con el entorno. Por eso, es entendible que muchos se sientan cohibidos en el momento de llegar a tener una relación sexual tan solo de pensar cómo lo percibirá su pareja.

      “Mejor lo hacemos con la luz apagada”, “Oscuro es mucho mejor”. Estas son algunas de las frases que estas personas suelen decir para así evitar mostrar su cuerpo desnudo y no sentirse tan mal.

      El erotismo no debe estar bajo ningún concepto ligado a los estándares de belleza. El cuerpo es perfecto aún así con sus imperfecciones, así que es momento de empezar a amarse a sí mismo y demostrarlo frente al espejo, pero sobre todo en la intimidad frente a la pareja.

      ¿Cómo lograr una sexualidad sana sin prejuicios?

      Así como desde pequeño nos enseñan a leer, a escribir, a cepillarnos los dientes, debería también enseñarse que el sexo es algo natural, sin tabúes, ni prejuicios. Tratar el tema con la verdad y seriedad que el tema necesita.

      Y aunque aún hay tiempo para la generación que apenas va creciendo, para aquellos que recorren ya una edad más adulta, la situación puede ser un poco más complicada. Así que para alcanzar una sexualidad sana y placentera es necesario:

      Conocerse a sí mismo

      Desde muy temprana edad, los seres humanos experimentan la autoexploración. No obstante, esta natural tendencia suele ser coartada por parte de los padres. Es importante enseñarles que esa acción no es mala, siempre que se haga en la intimidad.

      Cada parte del cuerpo suele reaccionar a los estímulos. Por eso, antes de estar con tu pareja, no está mal explorar el cuerpo, sentir placer y reconocerse.

      Explotar la erotofilia

      Solo dejando a un lado los tabúes y prejuicios es posible tener una actitud positiva en temas eróticos. Es importante dejar atrás los sentimientos de culpa, la falta de autoestima y los pensamientos negativos. La sexualidad es natural, tener sexo con una persona querida es algo bueno, ya sea por placer o para tener descendencia.

      Amarse a sí mismo

      El cuerpo es un templo perfecto, creado para ser amado y valorado por quien lo posee. Así que es momento de amarse, de aceptarse con lo bueno y lo malo. Solo de esta manera será posible disfrutar de una vida sexual sana, sin dependencias tóxicas o negativas.

      Ser más asertivo

      La idea primordial siempre será que vivas una sexualidad sana y eso incluye, no solo que te ames a ti mismo, sino que aprendas a dar tu opinión, a saber y decir qué te gusta y qué no en la cama. Cuando se trata de una pareja, es importante entender que el otro no es adivino ni lee la mente para saber lo que te gusta y esperas.

      Así que debes siempre establecer tus condiciones, decir lo que quieres hacer y lo que quieres que te hagan. En la intimidad se debe practicar la escucha activa, es decir, ser empáticos y jamás burlarse del otro.

      Siempre es mejor disfrutar sanamente

      Finalmente, es importante que entiendas que tu sexualidad es tuya, es tu derecho y nadie te lo debe vulnerar. 

      Así que empieza a vivir una sexualidad sana y deja atrás todos aquellos cuentos de que el sexo es malo y que “de eso no se habla”. Hoy en día, muchas luchas se han librado para darle al ser humano el derecho universal de tener libertad sexual, de ser dueños de su cuerpo.

      La sexualidad es algo individual, es una actitud y hacerla una actividad sana tan solo depende de cada individuo y de su autoestima. No se puede dejar que otros influyan en la manera en que se ve la vida en todo el sentido de la palabra.

      Significado de Erotismo

      El significado de erotismo.

      Se habla mucho de erotismo y de erótica como apellido. Pero a la hora de la verdad cuando buscas el significado, que alguien te defina de forma concreta qué es eso del erotismo… leemos/escuchamos sonidos de grillos.

      ¿Tan difícil es definir erotismo? No, yo creo que lo difícil no es definirlo sino comprenderlo. Y claro, si no comprendes un concepto al 100% difícilmente vas a poder definirlo con tus propias palabras. Y es así como ves miles de post con definiciones que no definen nada.

      En el post de hoy vas a encontrar mi definición de erotismo y los beneficios que puedes obtener si lo cultivas.

      ¿Preparada para dar un pasito más en tus conocimientos sobre erotismo? A por ello.

      Los cinco sentidos

      La forma de desarrollar la erótica personal, de conectar con tu erotismo y de pasar la teoría al cuerpo erótico son los cinco sentidos. Miriam Gómez

      El significado de erotismo.

      El erotismo es la sexualidad en movimiento a través del cuerpo. Así de simple y complejo. Veamos ahora más detenidamente que significa esto.

      Lo primero es saber que la sexualidad es un aspecto central del ser humano que abarca; el sexo, las identidades  y los papeles de género, el erotismo, el placer, el deseo, la intimidad, la autoestima sexual, la reproducción, la orientación sexual…

      Cada persona vive cada aspecto de su sexualidad de una forma determinada y esto se representa a nivel práctico con – movimiento -. Ese sentir tu sexualidad y darle movimiento para expresar lo que sientes es el erotismo. Muchos conceptos son interdependientes y mejorando uno mejoras otros.

      Cual no es el significado de erotismo.

      Si piensas que el erotismo es follar mucho, estar todo el día masturbándose o tener una actitud provocadora no tienes ni idea de lo que es erotismo.

      En los libros clásicos de erotismo se definen comparándolo con otros conceptos, uno de los más famosos es erotismo y muerte. Que vienen de Eros y Tánatos.

      De todas las definiciones que ya se han dado de erotismo, para mi las que más sentido tienen son las que lo asemejan al deseo.

      El deseo es una fuerza impulsora de nuestra sexualidad. Y el erotismo es el movimiento de esa fuerza raíz. Así que me parece que es bastante acertado, si no se sabe definir de otra forma, comparar el erotismo con el deseo, aunque no son realmente lo mismo.

      Como seres sexuados, sentimos y expresamos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos. Tanto el sentir como el expresar es algo que hacemos a través de nuestros sentidos también en la erótica.

      Me alejo rotundamente de las definiciones que dicen que el erotismo tiene que ver con algún tipo de intención de estimulación genital y orgasmos. Esto es ser muy simple. Y es una vez más reducir la sexualidad a lo genital y a la finalidad orgásmica.

      Dentro de nuestra riqueza sexual, cuando te permites ser sexual de forma natural, tus movimientos se van a ver influenciados por lo que estás sintiendo en cada momento. Así, te puede apetecer bailar de una forma sensual una canción que te ha estimulado auditivamente, o gemir después de estimular tus papilas gustativas, tocar de forma sugerente a alguien con quien estás coqueteando o simplemente mover tus ojos, pelo, boca, caderas según lo que siente tu cuerpo. El erotismo sería esto. Dejar salir tu sexualidad con el movimiento de tu cuerpo, a través de los sentidos de forma natural, con lo que sientes y deseas. En cualquier momento, en tu día a día.

      Si aún no te ha quedado muy claro quiero que seas consciente de algo. Piensa en tu cuerpo cuando piensas o sientes tu sexualidad, sola o en compañía de una pareja. ¿Tu cuerpo está rígido? O, ¿está ágil, en movimiento, con vida propia?

      Beneficios de cultivar tu erotismo.

      Reconocerte como una mujer erótica y sensual que da cabida a su sexualidad en su día a día trae grandes beneficios como la mejora de la autoestima sexual. Para ello es necesario saber discernir entre qué es erotismo y qué no.

      Ya te decía que erotismo y deseo van de la mano. Si mejoras tu expresión erótica, estás dando cabida y mejorando tu deseo sexual.

      Al dar movimiento a tu sexualidad cultivando el erotismo personal, estarás conectada con tu cuerpo y esto influye directamente en la capacidad de sentir placer.

      También a través del conocimiento de la erótica puedes mejorar tu relación con terceras personas a nivel sexual.

      Cuando desarrollas tu erótica personal y experimentas un crecimiento erótico puedes sentir como estás en paz con la persona sexual que eres y cómo lo vives. Esto da plenitud a tu dimensión sexual y te libera de la sexualidad estándar/normativa. Es aquí cuando estás preparada para ver todo el sentido y significado al erotismo.

      Cada persona obtiene sus propios beneficios. Las mujeres de mi comunidad de sexualidad femenina siempre dicen que usan sus poderes de Diosas eróticas en su día a día para cualquier asunto importante y lo mejor, les funciona.

      Si quieres conectar con tu yo erótico te puedes venir al reto de 21 días de crecimiento erótico, ver disponibilidad aquí.

      También puedes escuchar el episodio 5 de mi podcast censura: erótica-mente, en el que hablo de erotismo.

      Y si te quedas con ganas de más puedes hacer el programa de crecimiento erótico. Consulta próximos grupos.

      No te conformes con menos de lo que sientes que eres.

      Un abrazo fuerte,

      Miriam

      ¿Qué es el vaginismo?

      Si has llegado aquí buscando qué significa tener vaginismo y/o buscando respuestas a lo que te pasa, bienvenida, te abrazo fuerte. Estoy segura que en mis palabras y en la información de este post encontrarás la tranquilidad y las respuestas que estás buscando. Regálate unos minutos, ponte cómoda y empápate de toda la información que posiblemente cambiará tu vida.

      Lo primero, déjame decirte que no eres la única, no estás sola, ni loca, ni hay nada malo en ti. Entre el 2-3% de las mujeres sufren vaginismo y esto representa un 10% de las mujeres que acuden a consulta (Masters y Johnson 1970). Las estimaciones actuales son bastante mayores un 5% y entre el 25-30% de las que acuden a consulta.

      El vaginismo tiene solución y su terapia es muy efectiva rondando el 100% de casos de éxito. Sigue leyendo que te lo cuento todo.

      ¿Qué es el vaginismo?

      El vaginismo es un trastorno de carácter sexual que sufren las mujeres. La vagina se contrae y se cierra de manera involuntaria haciendo imposible la penetración.

      El vaginismo no es el dolor. El vaginismo es la imposibilidad. El dolor se llama dispareunia y te hablaré de ella ampliamente en breve. Vaginismo y dispareunia se pueden dar juntos pero no tiene porque ser así. Existen mujeres que tienen vaginismo y no tienen ningún tipo de dolor; tienen unas relaciones sexuales placenteras sin penetración vaginal.

      Otras definiciones

      Definición de vaginismo de Kaplan (1974)

      “Un espasmo involuntario de los músculos que rodean la entrada vaginal, específicamente del esfínter de la vagina y del elevador del ano, que se produce siempre que se intenta la introducción del pene o de cualquier objeto en el orificio vaginal, haciendo imposible el coito”.

      Definición de vaginismo en El DSM IV-TR

      “La característica esencial del vaginismo es la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, los tampones o los espéculos”.

      La tendencia actual a la hora de definir el vaginismo es hablar de la activación de un punto gatillo que contrae el tercio externo de los músculos del suelo pélvico que están en la entrada de la vagina dejándola cerrada, o parcialmente cerrada.

      Me gustaría decirte que, más allá de la definición de vaginismo, lo importante es que la mujer que lo sufre sienta y se reconozca en que lo que le pasa a ella es vaginismo. Poner nombre a lo que te pasa es el primer paso a la solución.

      Veamos ahora los síntomas a ver si también te reconoces en ellos.

      Síntomas del vaginismo

      A continuación, hablaré de síntomas generales. Esto no invalida otros síntomas o circunstancias personales.

      Tienes vaginismo si para ti es imposible físicamente mantener una relación sexual con penetración vaginal. Tu vagina se contrae y se cierra de manera involuntaria haciendo imposible la penetración.

      Si tienes mucho dolor en la penetración y ésta no siempre es posible puede que también estés sufriendo vaginismo junto a dispareunia.

      Seguramente seas una persona con fobia al dolor y la intimidad con tu pareja te crea mucho estrés. Temes el coito por dolor anticipado.

      Puede que sepas bastante de sexualidad, pero aun así tus genitales te dan cosa. No los miras ni los tocas.

      Es muy posible que en la intimidad en las relaciones sexuales que mantienes con tu pareja, que no coito, tú siempre tienes el control. Incluso mantienes posturas de seguridad en la que estas rígida cerrando las piernas y con las manos preparadas para esquivar.

      El vaginismo en muchas ocasiones va de la mano de la dispareunia.

      Tanto es así que incluso hay profesionales que lo confunden y llaman al dolor vaginismo, y por eso también puedes presentar otros síntomas como el ardor, picor, dolor, incomodidad todo ello en varios grados y con distinto origen.

      Cuando sufres vaginismo también es muy posible que si prestas atención sientas como la musculatura pélvica de la vagina se tensiona ante la idea de poder tener relaciones. También pasa con el intento de uso de tampones o copas para la higiene menstrual y con las visitas a los profesionales de la ginecología.

      Una mujer con vaginismo, a priori no tiene que sentir dolor. Con el tiempo puede evolucionar y sí hacerlo. Además, en la primera etapa del vaginismo cuando una mujer se hace consciente de lo que le pasa también puede ocurrir que su respuesta sexual sea completamente normal, es decir, siente un deseo adecuado y no tiene problemas en llegar al orgasmo. Esto cambiará con el tiempo si no se pone solución.

      Tipos de vaginismo

      Realmente que conozcas los tipos de vaginismo no es importante. Porque lo importante para ti es saber que tiene solución y ponerte en manos de una profesional que sepa guiarte en ella. Yo lo hago desde mi escuela de vaginismo y dispareunia. Clasificar el vaginismo en tipos es más importante para la persona que te va a dirigir para saber el mejor camino y herramientas a utilizar que para ti. Aun así, por si quieres saciar tu curiosidad te dejare un listado con tipos de vaginismo y diferentes clasificaciones.

      Tipos de Vaginismo

      Según tu historia personal.

      De toda la vida o primario: esta es la situación en la que la mujer nunca ha podido tener penetración vaginal. El vaginismo es un problema que ha tenido siempre. La mayoría son de este tipo y la causa es principalmente psicológica.

      Secundario: tras una época donde la penetración ha sido posible, aparece el problema. Es común la aparición después del nacimiento de un hijo o incluso por problemas en las relaciones de pareja.

      Situacional: esta situación espoco frecuente y en ella unas veces se puede acceder a la penetración y otras no. También se puede dar con unas parejas sí y otras no. O con unas posturas sí y otras no.

      Generalizado: esel más frecuente, la mujer no puede ser penetrada en ninguna circunstancia.

      Parcial: el espasmo de la contracción no es completo y cabe la posibilidad de penetrar un poco. Aquí la penetración sería dolorosa por la contracción de la musculatura.

      Según la intensidad.

      Leve: la mujer tiene relaciones sexuales satisfactorias, pero no puede ser penetrada. A veces se puede introducir un dedo en la vagina y tener penetración anal sin ninguna dificultad.

      Moderado: es capaz de experimentar el placer durante el juego erótico y las relaciones no coitales. No puede introducir ni un dedo.

      Grave: además de la imposibilidad existe un rechazo hacia el sexo y presenta evitación del mismo.

      Muy grave: está marcado por el miedo a las relaciones sexuales y existen problemas de excitación y/o aversión sexual.

      Causas del vaginismo

      Generalmente las causas del vaginismo se dividen en dos grandes bloques. Causas orgánicas y causas psicológicas.

      Ambas causas se pueden dar al mismo tiempo. Es bastante habitual que haya más de una causa que origina y mantiene el vaginismo.

      La explicación más simple sobre vaginismo es que la fobia al dolor hace que te anticipes a él y tu cuerpo reacciones cerrando la entrada vaginal. Es por lo tanto la fobia al dolor la principal causa reconocida del vaginismo, aunque como verás hay muchas más y de una u otra forma luego implican que esa fobia al dolor se active.

      Un ejemplo: una mala educación sexual te puede hacer pensar que tu primera relación coital tiene que doler mucho, cosa que es completamente falsa. Y esto desencadene que tu fobia al dolor te cree vaginismo. Es un ejemplo muy simple, la realidad luego siempre es más compleja.

      Miriam Gómez

      Causas orgánicas.

      Las causas orgánicas son aquellas patologías que afectan al perfecto funcionamiento de los órganos pélvicos. En muchos casos coinciden con causas físicas.

      • Himen rígido o hipertrófico.
      • Inflamaciones de la pelvis.
      • Endometriosis.
      • Tumores pélvicos.
      • Hemorroides.
      • etcétera.

      Es importante acudir a un/a médico/a o ginecólogo/a para descartar causas orgánicas. Incluso aunque no puedan hacerte una exploración vaginal se puede hacer una evaluación de si los síntomas iniciales coinciden con patologías orgánico-pélvicas.

      El dolor que provocan algunas de estas patologías desencadenan un vaginismo condicionado que tendremos que tratar después de curar dicha patología.

      La causa orgánica más habitual es un himen hipertrófico.

      Te animo a mirar cómo es el tuyo. Si te reconoces en uno de ellos pide cita con tu médico/a ginecólogo/a.

      Causas psicológicas.

      El vaginismo es una respuesta fóbica. Si con algo se pueden identificar las mujeres que sufren vaginismo es con la fobia al dolor. Pero hay muchas otras circunstancias que aparecen como causas psicológicas en el vaginismo. La mayoría de las veces no hay una sola causa de vaginismo sino más bien es una combinación de varias causas tanto psicológicas como físicas y orgánicas.

      Otras causas de vaginismo psicológico.

      • Falta de educación sexual. Existe un gran desconocimiento de la sexualidad femenina.
      • Educación religiosa/moral estricta.
      • Problemas de pareja.
      • Miedo al embarazo
      • Abusos sexuales. Contrariamente a lo que se puede pensar el porcentaje de vaginismo por esta causa es bajísimo.
      • Rechazo a los genitales.
      • Rechazo al autoconocimiento.

      El vaginismo es miedo.

      Si tengo que definir el vaginismo con una palabra más allá de la imposibilidad. La principal causa es el miedo al dolor, pero no es el único.

      Los Miedos en el vaginismo están muy presente. Una vez que ya lo sufres, le pones nombre a lo que te pasa e intentas buscar una solución aparecen más miedos. Estoy segura de que si lo estás sufriendo te puedes ver representada en ellos.

      • Miedo a ser la única mujer a la que le pasa esto.
      • Miedo a que nadie te entienda.
      • El miedo a que no se solucione y que no puedas ser madre.
      • Miedo a perder a tu pareja,
      • o a no encontrar una pareja porque no puedes tener relaciones.
      • Al fracaso, a ser la única persona que no consigue solucionarlo aunque el porcentaje de éxito ronde el 100%.
      • Miedo a no ser una mujer completa.
      • A quedarte sola…

      MIEDOS. Abraza tus miedos y empieza el camino.

      El miedo es una emoción que te quiere proteger. No es malo sentirlo. Pero no siempre te protege. No puedes dejar que dirija tu vida. Es importante cambiar el miedo por conocimiento que te dará seguridad.

      Si hablamos de un vaginismo secundario que ya te dije que son menos frecuentes entre las causas tendremos:
      • Complicaciones de lesiones orgánicas.
      • Consecuencias de intervenciones médico-quirúrgicas.
      • Situaciones de estrés y ansiedad.
      • Secuelas de crisis afectivas o malas relaciones de pareja.
      • Agresiones traumáticas.
      • Etcétera.

      Tratamiento del Vaginismo

      Ya te adelanté que el vaginismo tiene solución. Además la terapia que se usa en vaginismo es muy efectiva rondando el 100% de casos de éxito. Si sufres vaginismo y no abandonas la terapia, lo superas.

      El tratamiento de la mujer que sufre vaginismo incluye trabajar la parte física en algunos casos los problemas orgánicos que la han ocasionado y la parte psicológica. Para que sea realmente efectiva se tienen que contemplar de una forma global. Por eso es importante que te dirija un/a profesional con experiencia y que además tenga en cuenta todas las causas de tu vaginismo. Ya de forma personalizada y no de forma teórica.

      preventa vaginismo y dispareunia

      Cómo curar el vaginismo conmigo

      Llevo más de trece años ayudando a mujeres a superar su vaginismo. Lo que me da una gran experiencia y una amplia visión del problema inicial.

      Lo primero es descartar posibles problemas orgánicos, para ello necesitaré saber tu historia y si existen estos problemas hay que atenderlos en primer lugar. Esta parte la haría tu profesional médico de confianza y yo te puedo ayudar a preparar esa consulta para que vaya rodada. La realidad es que son pocas las veces que el problema es orgánico y la mayoría de esas veces es por un himen hipertrófico.

      A partir empezaría la terapia sexual con base educativa con la que vas a reeducar tanto la parte física como la psicológica.

      Mi terapia de vaginismo se lleva a cabo a través de la escuela de vaginismo y es una terapia que contempla también la dispareunia o dolor, ya que en muchos casos se dan juntas. Yo las trabajo al mismo tiempo, diferenciándolas y teniéndolas en cuenta a las dos.

      La terapia sexual de vaginismo y dispareunia

      He creado una escuela de vaginismo y dispareunia donde encontrarás la terapia que los soluciona divida en 10 pasos. Es una terapia muy efectiva, individual y con feedback constante. Tengo dos opciones para la inscripción, una de ella es la forma más económica y personal de hacer una terapia de vaginismo y dispareunia de forma personalizada. Si quieres más información sigue leyendo aquí.

      Los dilatadores en la terapia sexual de vaginismo.

      En la mayoría de los casos la solución al vaginismo no pasa solo por comprar y usar dilatadores, y mucho menos sin que nadie te diga cómo hacerlo y te acompañe en el camino para saber si lo estás haciendo bien, o no, cuando el resultado no es el que esperabas. Así que no te aconsejo que gastes tu dinero en unos dilatadores para probar suerte. Ahorra ese dinero para una buena terapia.

      Personalmente en mi terapia, de forma general, no utilizo dilatadores, aunque si alguien ya los tiene comprados los puede usar en vez de lo que yo aconsejo.

      El problema de intentar cosas al azar para superar el vaginismo

      Cuando queremos solucionar el vaginismo y erróneamente pensamos que la causa es que mi vagina es estrecha, que no lo he intentado lo suficiente, que es solo problema de lubricación, que es por falta de experiencia… Lo que hacemos es intentar cosas al azar. Cosas que no solo no funcionan sino que, además, pueden agravar el problema. Porque cuando ya te habías convencido de que esa era la solución, darte cuenta que no es así y que aún sigues padeciendo el vaginismo es muy duro y frustrante. Pero si te ha pasado no te preocupes el vaginismo tiene solución y estoy segura de que en cuanto tomes la decisión de coger tus miedos y buscar a alguien que te ayude a afrontarlos estarás muy cerca de conseguirlo.

      La terapia milagro para el vaginismo o la dispareunia.

      No existen las terapias milagros. Tienes que tener paciencia y estar abierta al conocimiento sobre sexualidad en general y sobre la tuya en particular.

      La buena terapia de vaginismo va mucho más allá de saber los pasos a seguir.

      Mucha gente me aborda para que ofrezca los 10 pasos de mi terapia. Pero la realidad es que lo importante de mi terapia no son los diez pasos que yo he plasmado en videos para ofrecértelos poco a poco. Lo importante es la experiencia, es el acompañamiento, es saber qué pasa por tu cabeza, antes de que aparezca, es equivocarte para aprender, es darle la vuelta al ejercicio y a cómo lo miras para ver qué creencias te limitan, es trabajar codo con codo para que puedas conocerte a fondo y ser una nueva persona, no solo en lo sexual sino en tu vida en general.

      Así que si lo que quieres son pasos a seguir, cómprate un libro. Pero tienes que saber que cuando algo no salga bien, ¿Qué vas a hacer? Porque los ejercicios no siempre salen bien a la primera, ni a la segunda. ¿Qué vas a cambiar? Recuerda lo que pasa cuando haces cosas al azar.

      La terapia de vaginismo puede ser muy frustrante si no te acompaña alguien experta en el tema.

      La actitud es muy importante

      No importa como seas, lo único que necesitas es tener una actitud abierta al aprendizaje. Tus miedos te van a acompañar pero los haremos cada vez más pequeños incluso muchos hasta los haremos desaparecer.

      Piensa que todo lo que no has aprendido de tu cuerpo y de tu sexualidad durante todos los años que tengas, lo vas a tener que aprender ahora y eso necesita de tiempo y apertura mental, deconstrucción personal y paciencia.

      La terapia de vaginismo al final es un proceso personal y cada persona tendrá uno diferente. Nunca vamos a compararnos con nadie en nuestro proceso. Mi misión es acompañarte y hacerte el camino más bonito y transitable.

      La pareja en el vaginismo

      Cuando empiezas un proceso de vaginismo puedes tener o no pareja.

      Cuando la tienes puede haber parejas comprometidas al 100% y parejas que intentarán boicotear el proceso. En el camino aprenderás todo sobre tu pareja y la mayoría de las parejas que lo superan juntos consiguen un aprendizaje y una intimidad que lleva a la pareja a otro nivel.

      Tú eres la persona más importante de este proceso.

      Y las decisiones que tomamos en todo momento tienen que girar en lo que es mejor para ti. Por eso el paso 0 es prohibir el coito, que no las relaciones sexuales que pueden ser muy diversas.

      Si has llegado hasta aquí leyendo te felicito porque estás realmente comprometida con solucionar tu vaginismo y el primer paso, después de ponerle nombre, siempre es tener la mayor información posible.

      ¿Qué viene ahora? Eso solo depende de ti y de en qué punto del proceso estés. Te planteo tres opciones si quieres empezar tu camino conmigo, pero por supuesto nos son las únicas que existen.

      Si ya tienes claro que quieres solucionar tu vaginismo, pásate por:

      Si aún no estás segura de querer empezar una terapia de vaginismo pero te gustaría saber más de sexualidad femenina te recomiendo:

      Si quieres seguir aprendiendo te recomiendo ver la Masterclass gratuita que he creado de Vaginismo y dispareunia.

      No dejes de ponerte en contacto conmigo si quieres saber más para empezar tu camino.

      Te abrazo fuerte,

      Miriam Gómez

      Si te ha gustado comparte, muchas mujeres te lo podrán agradecer.


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      Erotismo y sensualidad para mujeres

      ¿Quieres saber cómo puedes ser una mujer más sensual, cómo activar tu erotismo y (re)conectar con tu yo erótico? En este post te cuento todo sobre erotismo y sensualidad para mujeres, sigue leyendo.

      Es curioso que independientemente de la generación a la que pertenecemos, a las mujeres en general, nos cuesta erotizarnos. Y parto de la premisa de que generalizar es mentir y de que en el sexo lo normal no existe y lo habitual está sobrevalorado.

      El erotismo no es nada fácil de definir, puedes mirar en cientos de páginas que te hablan de erotismo sin que te expliquen qué es o cómo se define. Por ello hago un esfuerzo y te doy mi definición de erotismo, cómo yo lo entiendo. El erotismo es la expresión de nuestra sexualidad en todas sus dimensiones a través de nuestro cuerpo. Es la conexión sexual entre nuestra mente, nuestros sentidos y nuestro cuerpo que fluye y se expresa de formas distintas en cada persona.

      Activa tu erotismo

      Es muy fácil hablar con una mujer que se lamenta de la poca conexión que tiene con su pareja y al mismo tiempo darte cuenta que tampoco la tiene con ella misma. Quiere tener una sexualidad sana y feliz pero no dedica nada de tiempo a ella. Quiere una conexión con su pareja, pero ni siquiera está conectada consigo misma.

      Necesitamos entender que para poder conectar con nuestra pareja sexual es muy importante que primero estemos conectadas con nosotras mismas.

      Por todo ello y por mucho más necesitamos activar y cultivar nuestro erotismo. Para ello debemos desarrollar los sentidos, la actitud, la tolerancia, la autoestima, la conexión con el cuerpo…

      ¿Cómo (re)conecto con mi yo sexual, sensual y erótico?

      Fácil. Tienes que empezar a dedicar tiempo de calidad a estar contigo misma. Deja de poner excusas, no me valen ni me interesan las excusas, todas son iguales: el trabajo me absorbe, con los niños no puedo hacer nada en casa a solas… Imagínate que te propongo que una vez en semana puedes ir 30 minutos a una caja de viento a coger billetes de 500€ ¿Tendrías tiempo para ir? Seguro que tu respuesta es sí, y eso nos indica que si no tienes 30 minutos a la semana para ti misma es porque no eres tu prioridad. El tiempo no se saca, se gestiona y se hace en función de prioridades. Pregúntate si para lo importante tienes tiempo o excusas.

      Las mujeres tenemos muy interiorizado eso de no ser nuestra propia prioridad, de anteponer el bienestar de los demás, de ser cuidadoras, no nos permitimos mucho que nos cuiden, solo lo justo… Pues querida mía, eso tiene que cambiar. Si quieres recuperar tu sexualidad necesitas empezar a dedicarte el tiempo que te mereces. Prioriza y delega cuidados. Busca tu hueco semanal de 30 minutos como si fueras a ir a coger billetes de 500€ y empieza ya, esta semana, ahora mismo.

      activa tu erotismo

      Desarrollar el erotismo

      Vamos a desarrollar la capacidad de ser y demostrar nuestro erotismo directamente con la práctica. Vamos a practicar una actitud positiva ante la sexualidad y vamos a ampliar los horizontes. Nuestra sexualidad no es solo sexo ni coito. Nuestra sexualidad incluye mucho más, incluye nuestra identidad, nuestro erotismo, placer, intimidad…

      El desarrollo del erotismo se realiza trasladando nuestra sexualidad de la mente al cuerpo. A través de los sentidos vamos a empezar a dejar fluir nuestra sexualidad y vamos a tener una conexión especial con nuestro cuerpo erótico, que es la que nos va a permitir disfrutar de nosotras mismas y posteriormente tener una conexión sexual y erótica con otro persona y seguir disfrutando también de nuestro cuerpo.

      En este momento tengo que haceros conscientes de que no todas vais a partir del mismo punto. La casuística es tan grande que sólo puedo decirte que no te compares con nadie. Tú tienes tus propias circunstancias personales, tu cuerpo te va a pedir un tempo concreto y tu trabajo es escucharlo y darle lo que necesite en cada momento, con amor y a tu ritmo.

      La importancia del Mindfulsex.

      El mindfulsex o sexualidad consciente es mantener la atención plena en nuestra sexualidad. Esto significa que queremos disfrutar del sexo en el momento, con atención plena en el presente, con el foco puesto en lo que está pasando a nuestro cuerpo ahora y no con nuestra mente. A veces pensamos que estamos presente en lo que está pasando, pero en realidad estamos en una película mental en la que nos estamos contando lo que está pasando en este momento a nuestro cuerpo o, estamos anticipándonos a lo que tiene que llegar o, a lo que no está llegando y pensábamos que tendría que estar sucediendo…

      Vamos a centrarnos. Centramos las sensaciones en el cuerpo y empezamos a practicar sentido a sentido. Esto no se aprende en un día, ni en dos. La atención plena puede llevarnos mucho tiempo, pero sí notaremos mejoras sensoriales a medida que vamos practicando.

      Trabajando los sentidos

      Quizás es algo que nunca te has planteado, al menos no para todos los sentidos, pero créeme es lo más importante para el erotismo después de la actitud. El oído, el olfato, el gusto, la vista y por supuesto el tacto. ¡Ay el tacto! Que grandes placeres nos da nuestra piel.

      Para empezar a trabajar los sentidos puedes usar elementos que tengas por casa o puedes darte un caprichito y comprar alguno especial, puedes echar un ojo en mi tienda online favorita, Diversual. Mi capricho más íntimo siempre son los aceites de masajes, sola o en compañía es lo que más me erotiza. Ahora te toca a ti encontrar el tuyo y lo descubrirás trabajando sobre ellos. Ahora veremos cómo.

      Cómo trabajo los sentidos de una forma erótica.

      El olfato; con velas aromáticas, con aceites de masaje que tienen olor, con tu perfume favorito, con perfume de feromonas, con incienso… con lo que a ti te guste y te transporte a un estado de relajación, bienestar, sensualidad y erotismo. No hay reglas, las reglas las pones tú.

      La vista; me gusta deciros que es mejor no tener imágenes mentales, ceñirnos al presente y si es posible no usar imágenes de sexo explícitas sino más bien imágenes que te parezcan sensuales o erótica. De todos los sentidos para desarrollar el erotismo quizás sea el más prescindible. También puedes cerrar los ojos y potenciar y déjate llevar por el resto de los sentidos.

      El oído; cuando estás en pareja es súper importante esos susurros cómplices, los jadeos, los gemidos, los gruñidos… Cuando trabajas los sentidos sola, si pones una música de fondo que te parezca sensual es perfecto. Anímate y créate una playlist de música que te erotice. Ademá deja salir los sonidos del placer de tu cuerpo. No te reprimas gime y nota cómo aumenta tu placer cuando lo expresas.

      El gusto; utiliza alimentos, bebidas o juguetes comestibles. Tanto sola como en compañía puedes degustar eróticamente; fruta, chocolate, nata, vino, champán, cócteles… También puedes lamer el cuerpo de otra persona o el propio sin ningún otro elemento que no sea la piel, saborear su sabor, su sudor.

      El tacto. Dicen lxs expertxs que de media las personas adultas tenemos 2 metros cuadrados de piel. ¿Te haces una idea cuánta piel es esa? Mucha. Yo cuando lo pienso solo veo las posibilidades infinitas que tenemos de conectar con nuestro cuerpo, a través de masajes, de caricias, de mimos.

      Sin duda alguna el tacto es el sentido por excelencia para desarrollar nuestro erotismo.

      Hay vida, placer y zonas erógenas más allá de los genitales. Ahora te toca ponerte, nunca mejor dicho, manos a la obra y descubrir.

      Ser tocados y hacerlo con amor es una necesidad que tenemos los seres humanos. Las mujeres que se quieren y se tocan, se dan masajes y disfrutan de su piel son menos vulnerables a terminar con una persona no deseada.

      Ya tienes todos lo elementos ahora solo te queda agendar la cita y prepararla. Hacer una lista con lo que vas a hacer en tu cita y otra con las cosas que necesitas comprar, tener a mano o buscar. Deja todo preparado para que cuando llegue el momento de tener la cita contigo misma te puedas dejar llevar desde el primer momento y aprovechar el tiempo al completo.

      Estas son solo algunas pinceladas para que empieces a activar tu erotismo. Pero hay mucho más que puedes hacer. Lo mejor es que no te creas nada de lo que te digo y que lo experimentes por ti misma.

      ¿Quieres empezar a desarrollar tu erotismo? Te animo a explorar los cursos que tengo a tu disposición.

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      Formación Vip

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      Podcast: Cómo hablar de sexo con tu hijo/a

      Todo lo que los padres y madres deben saber sobre la educación sexual de sus hijos/as, a grandes rasgos, esta está en este podcast.

      Contesto preguntas cómo:

      ¿Es suficiente con recibir educación sexual en los institutos? ¿Cómo se educa a los más pequeños en temas sexuales? ¿Cómo se trabaja la diversidad en las aulas? ¿Cómo nos afecta la falta de educación sexual? y otras muchas, no te lo pierdas.

      Ahora sí, te dejo el podcast que grabé con Silvia de Vivesexshop sobre la educación sexual para los más pequeños de la casa.

              
      
       Dale al play, disfruta y aprende.

      Ya sabes, si te gusta dale al like y comparte!

      Si quieres escucharlo directamente desde ivoox puedes hacerlo aquí.

      Y si lo quieres escuchar desde la página de vivesexshop desde aquí.

      ¿Te gustaría que hiciera mi propio podcast? Déjame en comentarios qué temas sobre sexualidad te interesan más.

      Miriam Gómez

      Educación Sexual la asignatura pendiente

      La educación sexual sigue siendo la asignatura pendiente en pleno siglo XXI cosa que no pasaría si tuviéramos presente que somos seres sexuados y necesitamos educarnos durante toda la vida para un desarrollo sexual sano.

      Sex education is still the pending issue in the 21st century, something that would not happen if we had in mind that we are sexed beings and we need to educate ourselves throughout life for a healthy sexual development.

      Qué es ser seres sexuados: los humanos sentimos y expresamos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos.

      Cuando te dedicas a la sexología y ves la ignorancia que tenemos de nuestro desarrollo como seres sexuados te das cuentas de lo urgente que es poner solución. Con lo fácil que sería empezar a trabajar para crear generaciones más sanas, sabias y respetuosas consigo mismas y con los demás. Pero para que todo ello ocurra necesitamos querer que pases.

      El problema de la educación sexual es que está asociada a ideologías políticas y religiosas; un síntoma más de que se desconoce la verdadera naturaleza de la sexualidad humana que más allá de la reproducción y es una de las necesidades básicas a cubrir.

      Las propuestas que los/as profesionales de la sexología hacemos de educación sexual integral contemplan que no sea partidista ni personal. Una educación sexual que debería ser una asignatura de implantación obligatoria para asegurar el estándar de calidad y consistencia. Y de asistencia voluntaria.

      Si buscamos la educación sexual ideal para niños/as y adolescentes tenemos que dejar de pensar en el sexo como algo negativo, malo. Algo de lo que hay que prevenir. Lo primero es pensar en el sexo en positivo, desde el placer, desde el desarrollo personal sano. Una vez que estas situado/a ahí es más fácil pensar en eliminar los tabúes y las censuras que a día de hoy siguen existiendo y entorpecen el desarrollo necesario para sentirnos bien con nosotros mismos/as.

      Hay una frase que me gusta mucho y que en la sexualidad es totalmente representativa.

      Traumas de la infancia, al fin y al cabo es lo que somos cada uno de nosotros, traumas de la infancia.

      Albert Espinosa. Brújulas que buscan sonrisas perdidas.

      ¿Qué es la educación sexual integral?

      Es aquella que contempla todas las facetas en las que la sexualidad está presente en nuestras vidas y por ello somos susceptibles de ser educados para entenderlas, desarrollar, sentirlas y vivirlas de la mejor manera posible. Ésta contempla la salud y el desarrollo psíquico y físico: salud, fisiología, reproducción, contracepción, ITS, sexismo, bienestar, relaciones interpersonales, valores, sentimientos, igualdad de género, diversidad sexual o sexualidades diversas, violencia de género, cultura de la violación, consentimiento…

      Una de las misiones más importante en la educación sexual va a ser que te prepare para la vida; con conocimientos, actitudes, habilidades y valores. Los conocimiento nos van a servir para tomar decisiones críticas acordes a lo que somos y queremos ser.

      Personalmente yo apuesto llevar a cabo esta formación integral desde un modelo educativo liberal en el cual se va a respaldar la necesidad de satisfacer las necesidades sexuales de hombres y mujeres. Algunas de las características de este modelo son:

      • Acepta todas las orientaciones sexuales. Recomienda los anticonceptivos.
      • Recomienda los anticonceptivos. 
      • Reconoce la sexualidad infantil. 
      • El orgasmo no es el fin último de una relación sexual. 
      • Debe contemplar e incluir el placer, la comunicación y el afecto y abordar todos los temas posibles sin valoraciones morales. 
      • Aboga por la necesidad de que los propios/as educadores/as vivan satisfactoriamente su sexualidad para poder abordar con garantías la temática específica. 

      Modelos de Educación sexual descartados

      Cuando opto por dar como válido el modelo liberal estoy descartando los siguientes modelos:

      • Modelo Represivo-Religioso (Teoría Judeo-Cristiana). De carácter represivo hacia los impulsos sexuales. Defiende la procreación como fin de la sexualidad y como máxima expresión del amor conyugal. El placer sexual es pecado. Niega que exista una sexualidad infantil tanto en niños como en niñas. Resalta la virginidad como valor de la sexualidad femenina. Reprime la sexualidad fuera del matrimonio y condena la masturbación, los anticonceptivos y la homosexualidad.
      • Modelo preventivo (Teoría Burguesa-Tradicional). La caracteriza una doble moral. Se reconoce el placer en la sexualidad pero se le niega a la mujer. El sexo es sólo coito. Rechazan la homosexualidad. Toleran la masturbación pero con alertas. Amor y sexo deben darse juntos. Se reconoce la sexualidad infantil pero de forma muy limitadaEntienden la educación sexual como la prevención de los peligros para la salud. 
      • Modelo Mercantil (Teoría Productivista).  Obsesión por la consecución simultánea de orgasmo en la pareja. Reconoce la sexualidad infantil y la femenina. Aparecen nuevas enfermedades sexuales: frigidez, eyaculación precoz, impotencia. La educación sexual debe informar con extensión todo lo referente a la sexualidad. Todo está permitido y existen multitud de productos y recursos en el mercado, lo importante es el rendimiento y disfrute sexual.*

      Hasta que la implantación de la educación sexual como asignatura sea una realidad no podemos dejar en manos de los demás un tema tan importante como este. Y esto se traduce en que tenemos que ser agentes activos de búsqueda de información.

      Si sólo somos responsables de nosotros mismo lo único que tenemos que hacer es dar respuesta a nuestras inquietudes sexuales y que hagan referencia al sexo, a las relaciones interpersonales y demás temas que le tocan de alguna manera.

      ¿Cómo damos respuesta? a nuestras inquietudes sexuales?

      Buscando información para nuestra propia formación. Construye tu conocimiento. Podemos estudiar de manera autónoma. Hay mucha información, estamos en la era digital. Aunque no olvidemos que no toda es fiable o de buena calidad. Si es un tema común se pueden contrastar varias fuentes fiables y aprender de las mismas. Nunca os quedéis con una sola fuente de información. Esta opción es perfectamente válida para temas como: anatomía y fisiología de hombres y mujeres.

      Otros temas es mejor verlos con expertos/as. Ej. temas de comprensión más profunda o subjetiva que dependan del desarrollo y de las preferencias sexuales de cada cual. Existen muchas opciones; desde buscar cursos relacionados con el tema, ej. Taller comprende tu deseo sexual; hasta reunir un grupo de amigos/as y pedir que os creen un curso, taller o charla específico con vuestras inquietudes. Por ejemplo una vez cree un curso “sexualidad y transexualidad”. Otra opción es acudir a consulta con un experto/a para resolver todas tus dudas, aquí también está la opción de hacerlo por correo electrónico y es un modelo muy cómodo y económico.

      Como podemos ver en la infografía que os he puesto un poco más arriba en España actualmente la educación sexual reglada es nula. La que se está realizando viene por las vías que acabo de describir. Si bien es cierto que hay colegios e institutos que se preocupan en dar alguna que otra charla, también es cierto que la mayoría tiene los recursos tan limitados (tiempo y dinero) que los talleres se quedan en una prevención de embarazos, uso de contracepción y explicar los riesgos ITS lo que nos sitúa mas bien como un modelo pensando en negativo, preventivo para evitar riesgos.

      Aunque la educación sexual no esté reglada por ley y seamos nosotros/as quienes nos tenemos que ocupar de ello, si se planifica se puede ofrecer una que sea más completa e integral. Y que al menos nos haga consciente de que podemos ser nuestros propios agentes educativos.

      ¿Cómo te imaginas la educación sexual en la infancia?

      Yo creo que esta es una de las principales claves, el cómo imaginamos que se va a llevar a cabo ese proceso de formación. Lo que indica también el bajo nivel de conocimiento sobre el tema.

      La mayoría de la gente lo que se imagina es que se va a incitar a los niños y niñas a conocer una sexualidad adulta y viciada. Pero la sexualidad infantil es mucho más sana y limpia que todo lo que tu mente sucia pueda pensar.

      La educación sexual infantil es curiosidad, es juego, es placer, es amor, es sentir.

      Estudiar educación sexual en la infancia es por ejemplo construir un mural sobre familias con recortes de periódicos y revistas, y en ese mural mostrar la diversidad de tipos de familias que existen: solo con un padre, solo con una madre, dos padres, dos madres, madre y abuela, padre y abuela, abuelos, madre y padre… además de la multiculturalidad y diversidad racial.

      También es educación sexual infantil ayudar a los niños y niñas a reconocer sus emociones. O estudiar su anatomía junto al resto del cuerpo sin discriminación, sin lenguaje infantil y difuso. Si una nariz siempre es una nariz, la vulva siempre es la vula. Y al igual que las narices de cada cual son diferentes las vulvas también lo son.

      Así de natural tiene que ser y por supuesto en cada edad se verán temas apropiados y acordes a las misma y a su desarrollo.

      ¿Qué pasa cuando esta educación es nula o deficiente?

      Pues que los correos electrónicos de las personas que nos dedicamos a la sexología se llenan de preguntas que están generando un malestar y una incertidumbre terrible en jóvenes adolescentes. Preguntas que de haber recibido la mínima formación no estarían haciendo porque son básicas, tan básicas como saber cómo te puedes quedar embarazada y cómo no. Una frase típica de inicio: Puedo estar embarazada si… Puede mi novia estar embarazada si…

      El gran problema de la falta de información y formación son las consecuencias que puede ir desde el trauma más incapacitante para mantener relaciones sexuales y/o interpersonales satisfactorias, hasta el padecer una enfermedad, como puede ser la endometriosis, sin pedir ayuda médica para sobrellevarla porque creemos que el dolor de regla es normal. También hay casos extremos y personas que mueren de cáncer de útero por no haber sido detectado a tiempo al no poder hacer una revisión ginecológica ya que la mujer sufría vaginismo.

      Tomemos las riendas, luchemos por una educación sexual como asignatura que esté contemplada en las leyes. Y mientras tanto busquemos la forma de seguir formando a los/as nuestros/as y nosotros/as mismos/as.

      En octubre saco la segunda edición del curso gratuito de educación sexual para madres y padres. Las plazas son limitadas, si no te quieres quedar sin la tuya te animo a que te suscribas a la Newsletter, los suscriptores serán los primeros en enterarse y tendrán un tiempo de margen, si en ese tiempo se cubren las plazas no se publicará la convocatoria por ningún otro medio.

      Si te estás planteando la posibilidad de tomar las riendas y educarte tu y los tuyos y necesitas ayuda profesional, no dudes en escribirme y contarme tu proyecto, seguro que llegamos a un acuerdo de colaboración. También puedes escribirme si quieres información para que yo imparta cursos, charlas, talleres o sesiones para resolver dudas y hablar de sexualidad. Sea cual sea tu idea, escríbeme a sexfemenina@gmail.com y lo vemos, estaré encantada de hablar contigo.

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      Miriam Gómez

      La clasificación de los modelos de educación sexual es la de Barragán, F visto en: Curso de educación afectivo-sexual. López Soler, N (2003). A Coruña: Netbiblo.

      En busca del Deseo Sexual

      ¿Se puede buscar el deseo sexual? La respuesta corta es sí, se puede. Si quieres saber un poco más sobre ello quédate que te lo cuento.

      El deseo sexual quizás sea uno de los mecanismos más desconocidos de nuestra sexualidad. La falta de comprensión y de conocimiento sobre cómo funciona se traduce en una alta incidencia de consultas en terapia sexual, en torno a un 35%-40%.

      ¿Qué es realmente el deseo sexual tal y como lo entendemos desde la sexología moderna? El deseo sexual es entendido como una emoción. Es la emoción que nos motiva a tener sexo.

      Desear algo es imaginar un acto futuro que permite lograr la satisfacción del deseo.

      Jose Antonio Gil Verona – Neurobiología del deseo

      Masters y Johnson no contemplaron el deseo sexual en su modelo de respuesta sexual humana, no fue hasta 1978 que H.S Kaplan lo introdujo en la ecuación de la respuesta sexual, situándolo como primera fase.

      Con este descubrimiento abrimos una nueva etapa a la hora de mirar las relaciones. Con la validación del deseo como la primera fase de la respuesta sexual humana. Siendo el deseo una emoción que se puede educar, cultivar, controlar… pasamos de un modelo cuyo centro de la sexualidad era genital a un modelo cerebral.

      El Deseo sexual está en la mente

      Cómo funciona el deseo sexual

      El deseo sexual se construye a través de los sentidos; se caracteriza por las sensaciones, pensamientos, impulsos, emociones y energías que vienen de los sentidos y produce la atracción y motivación sexual necesarias como para mostrar intencionalidad en una conducta sexual.

      Es curioso cómo dedicamos, en general, mucho más tiempo a estudiar las formas de recuperar el deseo y los motivos que lo inhiben para deshinibirnos que en entenderlo y cultivarlo para no perderlo.

      No es suficiente querer sentir deseo

      Si recordamos que el deseo sexual es una emoción lo que lo va a matar es la falta de estímulos recibidos.

      No es suficiente querer sentir deseo, hay que hacer algo para ello. Las emociones se pueden entrenar y cultivar. Lo ideal es tener presentes que somos seres sexuados e incluir en nuestra vida diaria elementos que lo refuercen. Hablar de sexo, leer erótica, crear fantasías y vivirnos como personas sexuadas en todos las dimensiones son algunas de las cosas que podemos hacer.

      Disfrutar de nuestro cuerpo y sexualidad de manera consciente. Estimular nuestros sentidos, el visual, el olfativo, el gusto, el oído y el tacto.

      El deseo sexual puede aparecer de manera espontánea como respuesta a un estímulo y también podemos activarlo nosotras. Recordemos que podemos controlar la mente y esta controla el cuerpo. Por lo tanto el deseo sexual se puede buscar, se puede trabajar.

      El deseo sexual no solo se pierde por rutina y falta de motivación sino que también puede haber sido inhibido. Es muy habitual, sobre todo en mujeres, recibir una educación castrante cuyo función principal es inhibir el deseo sexual para que no inicie una respuesta sexual. Por suerte y aunque se necesita mucho tiempo y trabajo esta situación se puede revertir.

      Mi propuesta es la de cultivar Deseo sexual y Erótica personal

      Una vez que comprendamos qué es el deseo sexual y que se puede trabajar la cuestión es querer hacerlo. La mejor manera de mantener una motivación para trabajar el deseo sexual es hacerlo por y para una misma.

      Sentirnos como una persona sexuada de manera consciente y empezar a disfrutar de nuestro cuerpo es una forma de mejorar nuestras vidas muy barata y está al alcance de la mano para cualquier persona que quiera hacerlo.

      El deseo sexual tiene que empezar por querer disfrutarnos a nosotras mismas. La masturbación, el autoerotismo es una parte imprescindible a cultivar.

      Educar nuestros sentidos; el olfato a través de ambientes cálidos con olores agradables o que nos transporten a una escena sexual deseada; el oído buscando los sonidos del éxtasis o de la relajación; la vista observando imágenes que nos transmitan deseo directamente o privandonos de ella para agudizar el resto de sentidos; el gusto saboreando algún manjar o bebida que nos parezca exótica, también se puede estimular sobre la misma piel; y por último el más importante el tacto, si bien todos los sentidos nos hacen sentir, el tacto, para el deseo sexual es el sentido por excelencia. Acaríciate por el simple gusto de sentir y escucha lo que te dice tu cuerpo y tu mente.

      La realidad de muchas mujeres es que nuestra respuesta sexual pasa por un deseo escaso, una excitación a posteriori y una meseta que ni siquiera se acerca al orgasmo. Nos faltarían aún 3 fases más para completar una respuesta sexual satisfactoria. Si a eso le añadimos la falta de estímulos que trae la rutina y la falta de educación sexual que nos enseña la importancia de mantenernos autoerotizadas tenemos una bomba que nos explota con un deseo hipoactivo como resultado. Y qué quiero decir con todo esto. Pues que es normal no tener ganas de sexo, de ningún tipo, si nos supone un esfuerzo no recompensado.

      Cada persona es responsable de su placer lo que no quita que en el juego del sexo nos preocupemos en dar y recibir.

      Como resumen: la mejor manera de pensar en recuperar el deseo sexual es haciéndolo para una misma. Busca tu parte más erótica y sácala para ti. Disfrútate, mímate y empieza a querer tener orgasmos contigo misma. El resto ya se verá…

      Si te apetece recuperar el deseo sexual y empezar a trabajar sobre ello, no lo dudes ponte en contacto conmigo en sexfemenina@gmail.com

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      Miriam Gómez