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La complejidad de la sexualidad femenina

La complejidad de la sexualidad femenina no es más que una invención del hombre al que le falta conocimiento e interés y el cual tiene una visión muy limitada del sexo femenino.

¿Qué dirías que estas viendo en esta imagen? Por favor, tómate cinco segundos antes de leer la respuesta.

¿Ya?

¿Lo viste claro?

¿No?

Tómate otros cinco segundos, porque es bastante evidente y te dará vergüenza tener que reconocer que lo has tenido que leer.

¿Ya?

Lo sabía! Sabía que lo ibas a acertar! Quien no vería que este señor es uno de los científicos etéreos que se preocupan desde hace años en desentrañar los misterios que se ciñen sobre la fisiología femenina.

Por favor léase con ironía y buen humor. Enseguida entenderéis porque digo esto.

Lo que pretendo con el post de hoy es que aprendamos a hacer otras lecturas de lo que hasta ahora se sigue viendo como normal, pero que no lo es. Para empezar porque lo normal no existe. Hay que denunciar y desmontar los artículos de poca calidad que perpetúan modelos de sexualidad femenina pobre y represiva.

Esta es la frase concreta que me inspiro para escribir este post:

“Mientras que la mayoría de los varones alcanza el orgasmo con suma facilidad a través de la penetración, la sexualidad femenina es mucho más compleja y suele requerir otro tipo de prácticas al margen del coito. Por esta razón, desde hace años, científicos de diversas áreas se han afanado por desentrañar los misterios que se ciñen sobre la fisiología femenina.”

No pongo el enlace porque el artículo no merece nada la pena y sé que vuestro tiempo es muy valioso.

¿Qué veo yo detrás de esas palabras?

Frase 1: Mientras que la mayoría de los varones alcanza el orgasmo con suma facilidad a través de la penetración, la sexualidad femenina es mucho más compleja y suele requerir otro tipo de prácticas al margen del coito.

Esta frase a una mayoría le parecerá correcta de primeras. Pero, ¡Que no os engañen! Lleva detrás la arcaica referencia de la sexualidad masculina como unidad de medida con la que se puede comparar todo. Por un lado esta lo masculino y fácil por otro lo femenino y complejo. O también se puede traducir como: por un lado está lo que nos hemos molestado en conocer, que para eso somos nosotros los que investigamos, lo masculino. Y por otro lado está de lo que no tenemos ni idea, lo femenino. Pero no podemos decir que no tenemos ni idea, así que, diremos que es complejo.

Seguro que si hablamos con Sheldon Cooper, el protagonista de la serie de TV The Big Bang Theory, la teoría de cuerdas no es compleja. Todo es cuestión de interés y conocimientos. La complejidad suele ir acompañada de ignorancia.

Escribir de sexo requiere un mínimo de conocimiento acerca de lo que se escribe. Decir que la sexualidad femenina es compleja porque para el orgasmo necesita otras prácticas al margen del coito es seguir pensando que el sexo es sólo coito. Coitocentrismo que se llama. Si tu visión de la sexualidad es amplia y diversa no pones como referente de placer el coito y menos aún si hablas de sexualidad femenina.

Si nosotras no tenemos orgasmos, no es porque seamos complejas es por falta de conocimiento. Y no, no creo que el hombre tenga que ser responsable del placer de la mujer. Si no tenemos orgasmos es porque no sabemos cómo, porque no nos conocemos o porque nuestras parejas no nos conocen. O una buena mezcla de todo.

Una de las consultas más frecuentes de las mujeres es cómo conseguir orgasmos. Y el procedimiento es siempre el mismo. Conócete, mastúrbate y empieza a conseguir orgasmos por ti misma. Luego traslada esos conocimientos a tu pareja.

Me gustaría puntualizar que en este post contemplo sobre todo parejas heterosexuales con el binomio hombre-mujer porque es dónde suele haber más desconocimiento. Y aunque generalizar es mentir, en las parejas lésbicas existe un mayor conocimiento e interés sobre la sexualidad de la compañera. 

Muchas mujeres cargamos con la “culpa” de no conseguir orgasmos, nos acostumbramos, nos parece normal e incluso aprendemos a fingirlos. Y este tipo de frases, como las que analizo ahora, son las que fomentan y justifican estos comportamientos. Porque somos tan complejas que… qué le vamos a hacer. Y repito que yo creo que cada cual es responsable de su placer pero, necesitamos repartir herramientas de conocimiento para que, las mujeres, las que nos podamos sentir identificadas con nuestro abandono personal por el placer, podamos descubrir un nuevo mundo de gozo y orgasmos, una sexualidad más allá de la medida masculina. Y creedme cuando os digo que todos y todas saldríamos ganando. 

Tenemos una sexualidad muy rica y diversa que hasta hoy no se está empezando a conocer, respetar y fomentar. No se trata de hacer cambios revulsivos, ni de poner nuestro mundo patas arriba. Se trata de ir mejorando nuestra sexualidad mediante el autoconocimiento y el respeto a uno mismo y a los demás.

¿Queréis un ejemplo práctico?

A continuación os pongo una imagen básica del clítoris que todas las mujeres deberíamos saber dibujar. Pero, la realidad es que es una imagen desconocida por un porcentaje altísimo, no me atrevería a dar cifras y me da pena solo pensarlo. El clítoris, que es la principal fuente de placer de la sexualidad femenina, es el gran olvidado. ¿Alguien cree que si los hombres tuvieran clítoris éste no sería mundialmente conocido?

Imagen de Clítoris
Fuente: @Citlapi

Seguimos analizando el texto.

Frase 2. Por esta razón, desde hace años, científicos de diversas áreas se han afanado por desentrañar los misterios que se ciñen sobre la fisiología femenina.

Con esto nos quieren decir, tranquilas chicas que aunque sois muy complejas, estamos en ello. Vosotras seguir intentándolo que nosotros os estudiamos, eso si, sin preguntaros. Una vez más nos calman, porque claro, a ver si vamos a querer ponernos nosotras mismas a conocer nuestros cuerpos, a investigar. A ver si vamos ahora a querer ser científicas o a trabajar en la sexología femenina. A ver si vamos a recuperar saberes de ginecología natural mucho más respetuosa con nuestros cuerpos y las farmacéuticas lo van a lamentar.

Y perdonadme por repetirlo, pero de verdad alguien piensa que si por ejemplo, la figura del clítoris fuera masculina no sería mucho más importante y habría sido objeto de miles, millones de estudios desde el principio de los tiempos. Lo que me recuerda un texto muy bueno de Gloria Steinem ¿Qué pasaría si los hombres menstruaran?

En los mensajes que recibimos las mujeres a diario se nos recuerda lo complicadas que somos. Se nos desalienta porque es mejor crear un sentimiento de derrota, de hastío y que así puedan controlarnos a través del fracaso y el miedo.

El conocimiento es poder y conocernos nos hace libres. Y por desgracia no a todos interesa que la mujer sea realmente libre. Les interesa que creamos que lo somos, que creamos que podemos elegir, pero la realidad es muy distinta como nos dice Ana de Miguel en su libro “Neoliberalismo sexual. El mito de la libre elección.” El cual os recomiendo.

Si le preguntamos a una mujer que conoce su cuerpo, cuanto tardaría en conseguir un orgasmo si lo quiere hacer de una manera rápida, posiblemente te diría entre 3 y 5 minutos. Un hombre que conoce bien a su pareja, es también capaz de conseguir que ésta tenga un orgasmo de manera rápida y eficaz, si eso es lo que desean. Si no sabemos cómo conseguir un orgasmo o como hacer que nuestra pareja lo tenga es porque necesitamos conocimientos básicos de sexualidad y más comunicación. Y no pasa nada, no es malo tener que aprender, lo malo es creer que lo sabemos todo cuando no es así y no querer ampliar nuestros conocimientos.

Cuando alguien tiene un amplio conocimiento sexual y ha desarrollado su inteligencia sexual empieza a salir de la visión coitocentristas de la sociedad. Su visión es más rica y amplia y es capaz de disfrutar del sexo en toda su plenitud. El coito es una parte casi anecdótica, los preliminares no existen y tienen todo un mundo sexual por descubrir y disfrutar.

Hoy me siento generosa y me gustaría que si algún científico que esté estudiando la materia me lee se ponga en contacto conmigo para avanzar en los conocimientos de la sexualidad femenina. Me ofrezco como sujeto de estudio.

Mientras tanto, mientras esperamos esos avances os voy a dar claves básicas para empezar a mejorar la sexualidad femenina. Tanto en pareja como de manera individual. La base de una inteligencia sexual es que cada persona pueda reconocerse y respetarse por lo que es. No vamos a medirnos por algo externo a nosotras, vamos a conocernos por lo que sentimos que somos. Esto que es el pilar básico apenas se respeta, porque por todos lados tenemos indicaciones,normas o guías de cómo tenemos que ser y sentir por el hecho de ser mujeres. Ojo, que a los hombres también le pasa eh,  y tampoco es fácil para ellos, pero hoy hablamos de mujeres.

La sexualidad femenina tratada de una forma natural y respetuosa, eliminando tabúes, desterrando miedos y explicada de una manera objetiva sin intereses ocultos (políticos o religiosos), crea mujeres fuertes y empoderadas con una inteligencia sexual con potencial para desarrollarse. Y éste, tendría que ser el fin último de toda educación sexual

Todo esto se consigue dándote permiso a ser lo que sientes. Impartiendo los conocimientos sobre anatomía y fisiología de una manera objetiva. Promoviendo la autoestima y el respeto a una misma. Permitiendo experimentar y sentir su propia sexualidad. Ofreciendo un lenguaje nuevo, no sexista con el que pueda expresarse. Un lenguaje en el que pueda reconocerse. Y sobre todo eliminando los mensajes que nos dicen qué tenemos que sentir o dejar de sentir en cada momento.

Espero os haya gustado, si es así comparte y ayuda a que llegue a muchas mujeres para que empecemos a abrir los ojos.

Miriam Gómez

Publicado por Miriam Gómez Galocha

Pedagoga, sexóloga y feminista.

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